viernes, 6 de julio de 2012

Capitulo 43: Volver a sonreir


Llegamos a casa y yo me fui a la ducha y Pablo se sentó en el sofá, con la mirada perdida.
La ducha me sentó muy bien, pero se me calló el alma a los pies cuando salí y le ví llorando en el sofá, inmediatamente fui y le abracé.
-Tranquilo amor
-Le quería mucho
-Ya lo se cielo, y seguro que él también lo sabía pero son cosas que pasan y nosotros no podemos hacer nada cariño.
-Ya lo sé, pero duele.
-Claro que duele amor, pero todo se supera. Mira yo no sé si te lo he contado alguna vez, pero yo tuve un primo que se murió con tres añitos sin que los médicos supiesen lo que tenía, cuando me lo dijeron estuve todo un día llorando, aunque era muy pequeña, pero todavía recuerdo como me miraba y me sonreía.
Estuve muchas noches llorando pero lo superé gracias al cariño de las personas que quería y tu harás igual.
-Gracias amor
-No se merecen, venga anda date una ducha que te vendrá bien.
Yo fui preparando la cena ya que el entierro había sido por la tarde .
Cuando Pablo salió de la ducha cenamos y vimos un rato la tele antes de irnos a dormir, los dos estábamos cansados, habían sido dos días muy intensos.
Los siguiente cuatro días trancurrieron deprisa, paseamos por Málaga enamorados, quedamos con Mery e Iván y este le dió algunas clases de surf a Pablo. Él poco a poco recuperó su alegría habitual y aunque la muerte de su abuelo estaba muy reciente, volvía a sonreir.
-Cariño – me llamo desde la terraza
-Dime cielo
-Hoy vamos a salir a cenar ¿vale?
-Me parece muy bien, me voy a arreglar.
-Vale
Me dí una ducha rápida, ya que estaba siendo un día caluroso y asi me refrescaría un poco, me puse unos pantalones por la rodilla, una camisa y unas sandalias, Pablo se puso unas bermudas con una camiseta de manga corta y las deportivas.
No tenía ni idea de a donde quería que fuésemos a cenar así que me deje guiar.
Entonces llegamos a nuestra calita, ya la llamábamos nuestra porque íbamos muy a menudo y habíamos compartido muchas cosas en ella.
-Pablo ¿vamos a cenar aquí?
-Si ajajaja
-Estas loco jajaaj
-Si, loco por ti
Cuando estábamos en la arena comprobé que había preparado un picnik, tenía una mantita y comida de todo tipo sobre ella.
Me lo comía a besos, era tan atento y detallista, me volvía loca.
Cenamos tranquilamente, sin la interrupción de nadie y con el sonido de las olas de música, mirándonos tan enamorados como la primera vez o incluso mas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario