Capítulo 5: de nuevo solos

Cuando llegamos abajo Pablo ya estaba allí esperándonos junto a su coche. Llevaba unos vaqueros, con una camiseta gris ajustada y una chaqueta, ya que a pesar de que era invierno hacía una temperatura muy buena, de unos 20 ºC

-Buenos días pequeñajas

-Buenos días – dijimos las dos al unísono

-¿Qué tal habéis dormido? - cuando dijo esto me miró y sonreí.

-Muy bien jajaja – dijo Mery - ¿y tú?

-A mí me costó dormir, pero luego me quedé dormido como un tronco jajaja, venga subir que nos vamos.

Subimos al coche y yo me monté delante, junto a Pablo. De repente vi que había estado escuchando algo y lo había dejado pausado.

-¿Que ibas escuchando? - le pregunté y antes de que me contestase le dí al play, y empezó a sonar volver a empezar, esa canción era tan alegre, transmitía mucha seguridad y positivismo, no lo dudé y me puse a cantar como una loca, en seguida se me unieron Pablo y Mery y los tres cantamos juntos, cuando acabó la canción nos echamos a reir a carcajadas

-Me gusta veros felices jajaja – lo dijo Pablo con una gran sonrisa en la cara.

-La verdad es que sienta bien jajaja – lo dijo Mery pero yo también lo pensaba, estaba con dos de las personas mas importantes para mi.

Había sido como un subidón de adrenalina, me sentía con mas fuerza y con ganas de comerme el mundo y nadie me estropearía este día.

Pablo nos llevó a lugares importantes de Málaga como la alcazaba, el teatro cervantes, el palacio de la justicia, la calle larios, la catedral, el palacio de bellas artes, el teatro romano. La verdad es que nos cundió bastante la mañana y la aprovechamos mucho, de vez en cuando Pablo nos contaba alguna anécdota del sitio en el que estábamos que estaba segura que no olvidaría nunca.

El día era perfecto y la mañana se nos pasó en seguida cuando nos dimos cuenta eran las cuatro de la tarde y decidimos ir a comer a un restaurante en el que Pablo nos dijo que se comía muy bien, nos sentamos en una mesa para tres y de repente el móvil de Mery empezó a sonar.

-Disculparme un momentín.

Salió a fuera y estuvo un rato hablando por teléfono, cuando volvió tenía otra cara.

-¿Qué te pasa Mery? Tienes otra cara – la pregunté preocupada.

-Chicos lo siento mucho, pero me tengo que ir – se notaba un tono de tristeza cuando dijo aquello

-¿Por? - se lo preguntó Pablo

-Mi amiga Carla, que dice que me necesita precisamente ahora jajaja, pero vosotros quedaos y disfrutad del resto del día.

-¿Estás segura? - se lo pregunté, porque si necesitaba que me fuese con ella lo haría.

-Si si, quedaos vosotros. Luego nos vemos en casa Cris. Cuidamela eh Pablo, devuélvemela sana y salva jajaja

-Si si no te preocupes – y entonces nos despedimos y se fue quedándonos de nuevo los dos a solas – bueno pues al final nos quedamos los dos solos jajaja - lo dijo con una gran sonrisa.