No
sabía si decirle a Mery o no que iba a ir para allá en semana
santa, pero finalmente se lo tuve que decir ya que ella me dijo que
pensaba venir a Madrid en vacaciones para verme. Cuando la dije que
iba a ir yo para allá, se puso muy contenta y me regañó por no
habérselo dicho antes.
El
trimestre finalizó y saqué todo con muy buenas notas, ya que me
había concentrado mucho en los estudios para no sentirme tan sola
sin Pablo.
Pablo
se alegró mucho cuando le dije que había sacado todo el trimestre
muy bien y vino a casa, después nos fuimos rumbo Málaga, no sabía
por que pero presentía que iba a pasar algo especial en este viaje.
Llegamos,
dejamos las maletas en casa de Pablo y nos fuimos a casa de Mery.
Todos nos alegramos mucho de volver a vernos.
Comimos
los tres juntos y estuvimos toda la tarde juntos, contándonos todo
lo que nos había pasado en este tiempo.
Nos
tomamos la semana de relax y disfrutamos de cada momento al máximo,
volvimos a recorrer los sitios de Málaga que eran importantes para
los dos, quedamos con los amigos de Mery, vimos todas las procesiones
que nos fueron posibles, y Pablo me presentó a su familia, yo estaba
nerviosa pero se portaron genial conmigo y enseguida congeniamos, o al menos eso creía. Su familia era genial se veía que se llevaban genial entre todos y que tenían una complicidad que no todas las familias tenían.
Llegó
el último día y yo volvía al día siguiente a Madrid, Pablo se
quedaba en Málaga ya que era allí su próximo concierto.
El
último día Pablo alquiló el yate de la otra vez y lo volvió a
planear todo tal y como lo había echo la otra vez, con la diferencia
de que está vez yo no me iría.
Era
una noche tranquila y hacia calorcito así que se agradecía el
frescor del mar.
Pablo
me entregó una cajita, la abrí, contenía una pulsera muy sencilla
y elegante que tenía los mismos grabados que la que yo le regalé en
París.
-Quería
que tú también tuvieses una y así no te olvides de mi
-Eso
nunca va a pasar – había acabado sentada en sus rodillas
-¿El
qué?
-Que
me olvide de ti, te amo demasiado para que eso ocurra
-No
se que haría sin ti, Te quiero.
Empecé a besarle como si estuviese falta de besos, cosa que no era cierta, Pablo no se hizo demasiado de rogar y me siguió el rollo. Estábamos en la cubierta del yate y poco a poco entre besos llenos de amor llegamos al camarote donde entre besos, caricias y mucha pasión pasamos la noche, Pablo había
pensado en todo y había echo un corazón con pétalos en la cama, el
cual no tardamos mucho en deshacer.
Cada
vez que me hacía el amor, me transportaba a las nubes, me hacia
rozar el cielo con los dedos.
Era
el hombre de mi vida, cada día lo tenía mas claro, y no pensaba
dejarlo escarpar jamás.
Otra
vez teníamos que despedirnos sin saber cuando nos volveríamos a
ver, se me volvió a hacer muy difícil, ya que encima también me
despedía de Mery, sería una despedida doble, y si ya de por sí me costaba despedirme de tan solo una persona, de dos personas tan importantes sabía que me costaría mucho.
-¿Cuándo
nos volveremos a ver Pablo?
-No
lo sé princesa, en cuanto pueda.
-Te
esperaré cada día de mi vida, te amo
-Te
amo
Esta
vez era yo la que se marchaba y dejaba a Pablo allí, pero los
sentimientos era exactamente los mismos , cada vez me costaba mas
separarme de él.
Esta veez no se me olvida ehhh
ResponderEliminarayyy cris que cada vez los haces mas bonitoos!!
Te Quieroo Prinsesaa/Prinsesitaa