viernes, 25 de mayo de 2012

Capítulo 24: maravillosa noche


No sabía si decirle a Mery o no que iba a ir para allá en semana santa, pero finalmente se lo tuve que decir ya que ella me dijo que pensaba venir a Madrid en vacaciones para verme. Cuando la dije que iba a ir yo para allá, se puso muy contenta y me regañó por no habérselo dicho antes.
El trimestre finalizó y saqué todo con muy buenas notas, ya que me había concentrado mucho en los estudios para no sentirme tan sola sin Pablo.
Pablo se alegró mucho cuando le dije que había sacado todo el trimestre muy bien y vino a casa, después nos fuimos rumbo Málaga, no sabía por que pero presentía que iba a pasar algo especial en este viaje.
Llegamos, dejamos las maletas en casa de Pablo y nos fuimos a casa de Mery. Todos nos alegramos mucho de volver a vernos.
Comimos los tres juntos y estuvimos toda la tarde juntos, contándonos todo lo que nos había pasado en este tiempo.
Nos tomamos la semana de relax y disfrutamos de cada momento al máximo, volvimos a recorrer los sitios de Málaga que eran importantes para los dos, quedamos con los amigos de Mery, vimos todas las procesiones que nos fueron posibles, y Pablo me presentó a su familia, yo estaba nerviosa pero se portaron genial conmigo y enseguida congeniamos, o al menos eso creía. Su familia era genial se veía que se llevaban genial entre todos y que tenían una complicidad que no todas las familias tenían.
Llegó el último día y yo volvía al día siguiente a Madrid, Pablo se quedaba en Málaga ya que era allí su próximo concierto.
El último día Pablo alquiló el yate de la otra vez y lo volvió a planear todo tal y como lo había echo la otra vez, con la diferencia de que está vez yo no me iría.
Era una noche tranquila y hacia calorcito así que se agradecía el frescor del mar.
Pablo me entregó una cajita, la abrí, contenía una pulsera muy sencilla y elegante que tenía los mismos grabados que la que yo le regalé en París.
-Quería que tú también tuvieses una y así no te olvides de mi
-Eso nunca va a pasar – había acabado sentada en sus rodillas
-¿El qué?
-Que me olvide de ti, te amo demasiado para que eso ocurra
-No se que haría sin ti, Te quiero.
Empecé a besarle como si estuviese falta de besos, cosa que no era cierta, Pablo no se hizo demasiado de rogar y me siguió el rollo. Estábamos en la cubierta del yate y poco a poco entre besos llenos de amor llegamos al camarote donde entre besos, caricias y mucha pasión pasamos la noche, Pablo había pensado en todo y había echo un corazón con pétalos en la cama, el cual no tardamos mucho en deshacer.
Cada vez que me hacía el amor, me transportaba a las nubes, me hacia rozar el cielo con los dedos.
Era el hombre de mi vida, cada día lo tenía mas claro, y no pensaba dejarlo escarpar jamás.
Otra vez teníamos que despedirnos sin saber cuando nos volveríamos a ver, se me volvió a hacer muy difícil, ya que encima también me despedía de Mery, sería una despedida doble, y si ya de por sí me costaba despedirme de tan solo una persona, de dos personas tan importantes sabía que me costaría mucho.
-¿Cuándo nos volveremos a ver Pablo?
-No lo sé princesa, en cuanto pueda.
-Te esperaré cada día de mi vida, te amo
-Te amo
Esta vez era yo la que se marchaba y dejaba a Pablo allí, pero los sentimientos era exactamente los mismos , cada vez me costaba mas separarme de él.

1 comentario:

  1. Esta veez no se me olvida ehhh
    ayyy cris que cada vez los haces mas bonitoos!!

    Te Quieroo Prinsesaa/Prinsesitaa

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