martes, 14 de agosto de 2012

Capitulo 58: Mia


Un fuerte dolor me despertó y no pude evitar chillar y Pablo se despertó.
-¿que pasa cielo? - tenía cara de susto y de dormido a la vez.
Entonces sentí como las sábanas estaban mojadas, había roto aguas y nuestra pequeña quería llegar ya al mundo.
-Pablo creo que tenemos que ir al hospital.
-¿ya? ¿viene la peque?
-Eso parece
Pablo se levantó como una bala, su cara ya no era de dormido se habia espabilado pronto al enterarse de que su hija iba a nacer en breves, me ayudó a levantarme y le dije que me cogiese algo de ropa para mi y cosas para la niña, y nos dirigimos al hospital.
Las contracciones cada vez eran mayores y mas continuadas, llegamos y un enfermero me acercó una silla de ruedas y yo me senté, me llevó a una habitación mientras Pablo rellenaba todo el papeleo.
Al cabo de una media hora el doctor llegó y me comunicó que en cinco minutos me llevaba al paritorio ya que había dilatado lo suficiente, y así fue cuando me vi en el paritorio me sentí un poco nerviosa pero quería ver la cara de mi pequeña ya.
Nada mas llegamos al paritorio me pusieron la epidural y una fuerte contracción llego a mi cuerpo, fue en ese momento cuando cogí la mano de Pablo y ya no la soltaría hasta el final.
-Bueno Cristina vamos a empezar ¿De acuerdo? Vete empujando cuando te vaya diciendo con todas las fuerzas que puedas.
El doctor era muy agradable y me proporcionaba tranquilidad, me había atendido en mas ocasiones y cada vez que me decía empujaba.
Mientras chillaba y apretaba la mano de Pablo con fuerza, empujaba, Pablo me daba continuamente palabras de ánimo y yo no paraba de empujar.
-Vamos Cristina ya queda poco
Esas palabras me dieron animo, reuní todas las fuerzas y di un gran empujón, el mayor de todos me atrevería a decir.
-Muy bien Cristina, la cabeza está afuera, ahora no queda nada, lo mas fácil, venga.
Empuje dos veces mas exausta, cansada y entonces lo oí, alguien lloraba y ese alguien era mi niña, ya había nacido, era mi pequeña. Aquel llanto era el sonido que mas deseaba oir en aquellos momentos.
Nada mas nacer me la colocaron en el pecho, recién nacida, recién salida de mi, porque dicen que eso es bueno para los bebes, aunque todavía no estaba limpia era la cosita mas bonita del mundo, después la cortaron el cordón umbilical y se la llevaron para hacerle las pruebas y lavarla, yo estaba muy cansada.
-Muy bien amor, lo has echo genial, ahora ya somos papis.
-Es verdad, pero se ha echo de rogar jajaja
-Jajaja si, ahora descansa cielo.
Entonces me quedé dormida.

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